¿Cuánto sabes de tu pareja? ¿Piensas que es alguien transparente? ¿Conoces al detalle cada matiz de su personalidad o puede que guarde algunos secretos? ¿Te has preguntado alguna vez si esos cambios de humor que no parecen encajar son producto de las circunstancias o de un carácter distinto al que creías que tenía? Ahora que te detienes a pensarlo: ¿Cuántas personalidades intuyes que alberga en su interior? No, no te asustes, el hecho de que tu media naranja pueda resultar un ser bastante diferente al que te habías imaginado no tiene porqué ser tan grave. De hecho, suele ocurrir con mucha frecuencia. Y si estás empezando a caer en el nerviosismo consuélate pensando que, mientras seáis de la misma especie (espero que así sea), no tiene porqué ser demasiado peligroso.
Benjamin está completamente enamorado de Ynaria. Su piel de blanca porcelana, sus enormes ojos que parecen titilar al sonreírle, y cada pequeño detalle de su personalidad, le hacen sentir que es el ser más maravilloso del universo ¡Y ella parece corresponderle!
Bueno, le encanta todo excepto ese desconcertante sentido del humor que encuentra tan gracioso el hecho de que la gente muera.
Cuando les cuenta a sus amigos que desea casarse, estos tratan por todos los medios de hacerle ver la locura que está a punto de cometer. No son racistas ni malas personas, pero opinan que contraer matrimonio con una Matrioshka no puede traer nada bueno. Sin embargo, la oposición de los chicos no es nada comparada con la de los padres de su novia. Estos, ante tal despropósito e incapaces de hacer que la pareja cambie de opinión, se comprometen a permitirlo si superan una prueba que ni siquiera todos los de su especie están dispuestos a pasar: encerrarse juntos hasta que Ben conozca y se enamore de cada una de las distintas capas interiores de aquella a la que cree amar.
¿Quién dijo que en el Bizarro no hay lugar para el amor? Carlton Mellick III es un autor deslumbrante. Su lenguaje sencillo y cercano atrapa al lector desde la primera página y este, saltando de sorpresa en sorpresa con una sonrisa indeleble en el rostro, no puede evitar sumergirse en su universo fantástico, gamberro y asombroso. Y es que Matrioshka, la más sencilla y dulce de sus novelas es estimulante y divertida, pero también una alegoría de lo que puede acontecer en las relaciones sentimentales en general, y en las interraciales en particular. La experiencia nos demuestra que no siempre conocemos a la persona con la que creemos que queremos pasar el resto de nuestra vida. Puede que lo que descubramos nos encante, nos sorprenda, o nos aterrorice. Puede que esas otras personalidades que esconde en su interior, o aquella en la que se pueda transformar en el futuro no nos gusten demasiado o, por el contrario, sean todo lo que siempre soñamos. Al final solo la convivencia conseguirá sacarnos de dudas.
Así que no lo dudéis, leed Matrioshka. Pero no lo hagáis pensando en analizar cada mensaje oculto o psicoanalizando al autor. Hacedlo con intención de divertiros. Os garantizo que cuando veáis lo difícil que es halagar a una capa sin ofender a otra, lo diferentes que pueden ser entre sí las partes que forman un ser completo, y lo peligroso que es enamorarse, las reflexiones llegarán solas. Me apuesto cualquier cosa a que cuando estéis encerrados con Benjamin e Ynaria todos querréis que triunfe el amor.
Una reseña perfecta. Como ya sabes, de cada mil reseñas, solo diecinueve son perfectas. En cuanto al libro, parece original, que ya es más que mucho.
Si te hago caso creo que voy a pasar un rato divertido con la lectura de Matrioska, así que lo apunto. Creo que a una persona no se la termina de conocer nunca, así que mejor tomarlo con humor.
Muchas gracias. Perfecta no creo que sea, pero una de las cosas que he aprendido de ti es que eso es lo que hay que buscar, la perfección. Y aunque no se alcance, el camino merece la pena.
Totalmente de acuerdo. Pero tampoco es necesario conocer a nadie tan a fondo. Las sorpresas pueden ser buenas. Y el libro, una pequeña joya. Un cuento largo (o novela corta), que deja un gran sabor de boca.
Divertido, estimulante, sorprendente, ¡y en los peores casos peligroso!. Sí, puede interpretarse como una metáfora muy divertida de lo que es conocer en profundidad a una persona.