Joseph Campbell denominó monomito (término presuntamente acuñado por Joyce), al patrón que seguían infinidad de obras y relatos desde la antigüedad. Si reducimos sus doce pasos a tres, lo podemos describir como la aventura del héroe que abandona su hogar hacia lo desconocido (planteamiento), que suele contar con la ayuda de un mentor y ha de enfrentarse a enormes vicisitudes haciendo amigos por el camino (nudo), y que finalmente alcanza la redención logrando lo imposible (desenlace).
Este esquema fue publicado y argumentado por el antropólogo estadounidense en El héroe de las mil caras (1949), donde aportaba ejemplos de distintas religiones y mitos de todo el planeta.
Algo muy poderoso tiene el periplo del héroe, ese camino iniciático de transformación y purificación, que tanto nos sigue gustando. Hay gran cantidad de obras, tanto literarias como cinematográficas, que siguen el diagrama (fijaos, por ejemplo, en Star Wars, Matrix, El señor de los anillos y Avatar). Y no nos cansamos de replicarlo porque lo actualizamos continuamente con diferentes escenarios, nuevos protagonistas e increíbles retos.
Las sagas de fantasía heroica no suelen librarse de seguir estas mismas pautas. De hecho, no lo suelen pretender. Francisco Tapia-Fuentes, autor y editor riojano, es el creador de El mundo de Rhentra, un fabuloso universo repleto de acción y aventuras al que nos ha dado acceso a través de distintos relatos, novelas e incluso un librojuego. Y, de entre todos los personajes que ha creado, hay uno que destaca: Neram.A la luz del monomito, él sería el héroe de Rhentra. Y la que hoy nos ocupa, una de las novelas que podrían recoger el “nudo” de su periplo. Pero no penséis que os estoy destripando la historia, porque su destino aún está por escribirse.
Los señores del Ámbar es una historia trepidante y original donde la fantasía y la ciencia ficción se dan la mano. Una obra que no hace prisioneros. Que arranca “in medias res” y da paso a la presentación de personajes por medio de la acción, impidiendo así que el ritmo decaiga. Y es que Tapia-Fuentes tiene una habilidad enorme para no perderse en explicaciones innecesarias al lograr introducir en diálogos o en pocas frases, toda la información que el lector necesita. De hecho, es de justicia destacar lo bien construido que está el mundo de Rhentra dentro de su mente y que, lejos de alardear, dosifique los detalles y los utilice para arropar a sus personajes.
La novela muestra, además, una fuerte influencia asiática. Nombres, actitudes y refinamientos, recuerdan a la China medieval. Y las referencias a dioses olvidados, tan exóticos como evocadores, generan necesidad de saber más y ponen la guinda a una aventura de por sí adictiva.
En Tadenang, todos mienten y nada es lo que parece. Las bandas luchan por acaparar el preciado Ámbar sin saber que lo que está en juego no es solo la riqueza, sino el destino de la humanidad. Y en un lugar así, dónde a la vida no se le da valor y la corrupción campa por doquier, solo unos pocos se atreven a luchar por algo más que escapar de la miseria. Si decidís viajar hasta allí, no hay mejor sitio para hospedarse que la casa de la Tía Mai. Sí, es un burdel. Pero también es el único sitio donde encontraréis lealtad y honor, virtudes que necesitaréis de involucraros en una guerra entre hombres de fe y hombres sin moral. Entre supervivientes e invasores. Entre brujerías y ciencias misteriosas. Yo lo hice; acompañé al policía, al mercenario, a la bailarina y al monje. Acaricié a un enorme felino y combatí contra La serpiente de marfil. Así que permitidme un consejo: si os sentís observados, elevad la vista hacia los tejados.
¿Te ha gustado esta reseña? ¿Quieres descubrir más libros como este? ¡Hazte mecenas de El yunque de Hefesto! Hemos pensado en una serie de recompensas que esperamos que te gusten.
También puedes ayudarnos puntualmente a través de Ko-fi o siguiendo, comentando y compartiendo nuestras publicaciones en redes sociales.