En cadenas es imposible librar de cadenas tesoros. Bajo agravio y sin decoro, hay cadenas que son invisibles. Vivir es, vivir de tal modo que creer, pensar o decir, no decidan tener que sufrir o estar hasta el cuello en el lodo, en afrenta estar sometidos por pueriles, tal vez, o cobardes. Si en tu pecho la llama no arde tampoco hallarás tus latidos. En oprobio sumidos, el honor del valiente cubano se apaga. Si con golpes la vida te paga, pues a golpes conquista el valor.
Luego de tantas madrugadas trazando huellas en el camino sin rumbo y sin destino, sin prisa, sin pausa, sin nada. Mi alma conserva el vigor el corazón late con fuerza y el dolor toca la puerta donde habita el color Quiere apagar el ardor. Quiere sacarme las venas. Quiere llenarme de penas. Quiere quitarme el calor. Pero un torrente en mis venas traza potente al destino y se ilumina el camino que ocultaban las tinieblas. Yo voy y vengo del sol tan radiante como su luz, llevo a la espalda mi cruz y en mi pecho tu amor.
Poemas nominables al III Premio Yunque Literario
Mi nombre es: Liordis Pérez Matos (Leo). Nací el 6 de noviembre de 1975 en Glorieta, un pequeño pueblo al noreste en la bahía de Guantánamo, Cuba. Desde pequeño fui muy curioso e introvertido y leía todo lo que caía en mis manos, desde un gigantesco libro que tenía mi papá —era un diccionario, Pequeño Larousse ilustrado—, hasta libros para aprender lengua rusa. Me encantaban los de aventuras. Julio Verne era mi favorito.
Ya adolescente, deje un poco la lectura y me dediqué más a las artes plásticas, en especial el dibujo aunque siempre encontré la oportunidad para leer algunos libros de cuentos, no muy largos; recuerdo uno en particular, El piso 13 y otros cuentos de horror.
El amor a la poesía en versos me viene de mi abuelo. Él, como todo guajiro cubano, era amante del repentismo y le gustaba rimar y cantar. También, leyendo los versos sencillos pero muy expresivos de José Martí, se incrementó mi pasión por la lírica.
Actualmente, soy licenciado en cultura física y profesor de ajedrez en una escuela para niños pequeños. Me considero una persona, como mis versos o mis dibujos, sencilla pero expresiva. Y llevo la vida como una partida de ajedrez que tiene tanto de ciencia como de arte.
Soy adicto a mi familia, al café y como a todo escorpio, me mueve la pasión en todo lo que hago.
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