Un segundo, a veces, es demasiado tiempo. Debería haber sido un ciervo o un perro, pero no, era un tipo largo como un día sin pan tumbado sobre el asfalto. Bajé del coche y corrí hasta él. ¿Puedes oírme? Hay que ser gilipollas, pero es lo que dije. Le propiné un par de guantazos para ver si reaccionaba. Hasta en mis recuerdos soy un puto imbécil. Al menos, no le puse la oreja en el pecho como hacen en las películas. Invadido por el pánico, escapé con la cabeza pegada a la luna delantera y mi pie aplastando el acelerador.
—Nico, ¿te has dormido?
Abro un ojo. Veo el careto de mi primo embadurnado de protector solar.
—Qué mal rollo de sueño —respondo.
Miro al mar. Pasa por delante de nosotros un tipo largo como un día sin pan. Nos miramos. Sonríe y me guiña un ojo.
Relato nominable al III Premio Yunque Literario
Pedro Merchán Arroyo (Navalmoral de la Mata,1978) comenzó su periplo por la escritura hace dos años. Ha formado parte de las antologías «Como un dios perezoso», publicada en 2023 por la Escuela de Imaginadores y «Antolorgía» disponible en Amazon.
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Sé que dentro del #yunqueliterario estamos en un mude fantasía, terror y ciencia ficción. Yo, desde mi plomiza realidad digo: las casualidades existenten.
¿No os ha pasado algo parecido a lo del relato alguna vez?