Hay miedos difíciles de soportar. Algunos, son imposibles de vencer. Los más dañinos pueden no abandonarnos nunca, permanecer aletargados, agazapados en nuestra alma esperando el momento de dominarnos y aniquilarnos.
Los peores son aquellos que ni siquiera podemos identificar ¿Cómo luchar contra un enemigo cuando ignoramos quién es, o de dónde proviene su fuerza?
El miedo no es simple inseguridad. No es la tensión que se siente ante una circunstancia que podría no acontecer como nosotros desearíamos. Es un veneno que lo emponzoña todo. Que empieza dañando a quien lo porta, y se extiende entre quienes tiene a su alrededor. El mal lo engendra; es su vástago y puede crecer y crecer hasta transformarse también en mal. Porque destruye lo que toca. Porque puede desencadenar tragedias en muy poco tiempo, dejar secuelas irreparables, u ocultarse, convertirse en semilla, y arrasar vidas enteras en momentos de debilidad.
Tanto el miedo como el mal pueden tomar forma. Parecerse o recordarnos a una persona, un animal o una cosa. Pero cuando esto sucede ¿Cómo diferenciarlos?
Amelia es infeliz. No sabe lo que es vivir para sí misma. Pasó su infancia y juventud a la sombra de una madre dominante y una hermana manipuladora. Se casó para huir de ellas y terminó criando a sus hijos junto a un maltratador. Recién entrada en la cincuentena y por fin divorciada, se siente cansada, vencida por la vida. Sólo le preocupa conservar su empleo en un geriátrico y poder seguir pagando las facturas. Cuando su madre se daña un brazo acepta la imposición de su hermana y la lleva a su casa. La sola presencia de su progenitora desata un infierno doméstico que amenaza con destruir a su familia. Y todo empeora cuando la anciana comienza a comunicarse con varias presencias que nadie más puede ver.
Quién cuidará de ti, obra ganadora del IV Premio Ripley de Ciencia Ficción y Terror y, a día de hoy, finalista del Premio Guillermo de Baskerville 2020 (organizado por Libros Prohibidos), es una novela de terror psicológico intensa y absorbente. Una olla donde se cuecen a fuego lento muchos elementos cotidianos hasta que la presión aumenta y amenaza con hacerla explotar.
Verónica Cervilla, directora de la Revista Tártarus y autora de la saga fantástica Póker Kingdom, sorprende a propios y extraños por su pericia al trazar los perfiles psicológicos de sus personajes. Nos obliga a empatizar con la protagonista, a despreciar a su hermana y a su madre, y a jalear como auténticos fanáticos cualquier pequeño gesto de rebeldía hacia ellas. Y no lo hace generando artificialmente situaciones dramáticas, sino empleando conflictos cotidianos y reconocibles por la mayoría. Logra asfixiarnos cuando Amelia no puede respirar, y nos obliga a hablar con ella cuando las líneas en cursiva nos permiten leer sus pensamientos.
Abrid la puerta con cuidado. Estad atentos tanto a las palabras como a los silencios. Sed valientes porque el miedo se puede vencer, pero primero hay que identificarlo. Tal vez os cueste distinguir entre enfermedad, locura, y maldad. Tal vez sintáis, una vez dentro de esa casa, que no podríais cuidar a una anciana así. Y puede que, cuando soportéis lo insoportable junto a Amelia, tratéis de adivinar cómo seréis en la última etapa de vuestras vidas. Pero si hay algo seguro es que, desde la primera hasta la última página, os preguntaréis: ¿Quién cuidará de mí?