“no éramos sino cerdos en la antesala de la muerte, en lento desfile hacia las puertas del matadero”
Creemos que conocemos todas las reglas que rigen nuestro universo. Que no puede ocurrir nada que no hayamos imaginado; suplimos aquello que ignoramos con teorías personales que nos permiten seguir adelante sin miedo. Pero en la vida, como en la literatura, cuando sucede algo sin precedentes, se nos rompen los esquemas y se abre un abismo bajo nuestros pies. Cuando la situación se vuelve límite y no hay tiempo para buscar respuestas, no se hacen preguntas. Poco importa el pasado y tampoco se piensa en el futuro. Lo único que cuenta es el presente. Seguir respirando.
La literatura, a diferencia de la vida, nos permite encapsular momentos y situaciones. Centrar el foco en lo importante e ignorar al resto del mundo. Y aquí, lo importante para Isabel es Clara. Para Clara, Isabel. Y para Rocío Stevenson Muñoz, contar una historia de supervivencia en la que dos chicas han de enfrentarse juntas, además de a lo inexplicable, al salvajismo que aún reside en el alma de muchos hombres. Pero también recordarnos que, cuando llegue el apocalipsis, aún quedará sitio para el humor y, por supuesto, para el amor.
“el apocalipsis es como la ley de Murphy, si algo puede pasar, pasará, y no tendrás más armas que tus cuchillos de cocina y tus sartenes”
Sombras y otros lugares que recorrer por la noche es una novelette atípica y original que nos hace seguir, como en un plano secuencia, a sus protagonistas: dos mujeres reales y totalmente creíbles que han de enfrentarse, sin heroicidades ni recursos excepcionales, a un infierno que las sumerge en la oscuridad.
Isabel es la narradora. A través de sus ojos y oídos nos llegan los gritos de espanto y dolor cuando se desata la locura. Con su mano agarramos la de Clara y recorremos la geografía madrileña, del centro al extrarradio, en busca de una salvación incierta, pues solo en la oscuridad podemos escapar de nuestra propia sombra. Pero esta, como sabéis, alberga otra clase de demonios.
La prosa de Rocío es ágil, rica en su sencillez y muy absorbente. La trama que ha pergeñado se desprende de todo lo que no atañe a sus personajes y la estructura que ha dado a la historia, muy original: los distintos capítulos no marcan un punto de ruptura argumental, ni siquiera un punto y aparte. Simplemente indican una mera transición geográfica que puede determinar la supervivencia de las protagonistas. Y es que la autora madrileña se apoya en descripciones de lugares, trayectos y conceptos para marcar la evolución del relato y gracias a ello, consigue un maravilloso contraste entre ese Madrid que algunos amamos y odiamos por igual, y el transmutado en pesadilla y muerte.
Me he quedado con ganas de saber más sobre Clara e Isabel. De descubrir su pasado y su mundo, de saber qué esperaban de la vida. Pero eso es porque Rocío Stevenson ha logrado que ellas me importen lo suficiente como para que no me resulte indiferente su final. Si decidís acompañarlas, no lo hagáis esperando dar una explicación a lo inexplicable; aquí no encontraréis respuestas, solo esperanza y ganas de vivir. Recordad que la oscuridad será el único refugio, que nunca podréis huir de vuestra sombra y que ninguna noche es eterna. Pero también que, cuando vuestro mundo se desmorone, tendréis que enfrentaros al auténtico miedo.
¿Te ha gustado esta reseña? ¿Quieres descubrir más libros como este? ¡Hazte mecenas de El yunque de Hefesto! Hemos pensado en una serie de recompensas que esperamos que te gusten.
También puedes ayudarnos puntualmente a través de Ko-fi o siguiendo, comentando y compartiendo nuestras publicaciones en redes sociales.