
Cómo lamento terminar libros como éste, en los que la expresión y el contenido se dan la mano para hacernos sentir que forman parte de nosotros porque su autora se ha entregado por completo. Narraciones en primera persona cuya protagonista, una mujer, da vida a todas las mujeres, las de la época de Concha Alós y las de cualquier época porque la escritora, desde lo más íntimo, va exponiendo el papel desempeñado por la mujer en la sociedad, un papel que ha ido cambiando lentamente, tanto que ni siquiera nos extrañan actitudes que tuvieron lugar en la Antigüedad. En Rey de gatos aparece desde la negación a actuar como Penélope esperando a Ulises, hasta la desesperación por no poder mantener a su lado al hombre, como le ocurrió a Ariadna, a pesar de guiar a Teseo por el laberinto.