Estela Melero derrocha pasión. No concibe la literatura si no es cómo un catalizador de sentimientos. Autodidacta, trabajadora infatigable, en poco más de un año ha publicado dos novelas ambientadas en la Guerra Civil y la posguerra, con las que siente que ha cerrado un ciclo propio. Tiene las ideas claras y es humilde. Sabe que le queda mucho por aprender, pero también es consciente de sus logros. En esta entrevista nos habla del camino recorrido, de su amor por la historia, por las letras, y por quienes están a su lado. ¡Y, además, nos da una primicia!
H – En tu blog dices algo que me encanta: “Porque no sé vivir sin escribir, ni escribir sin vivir. ¿Empezó todo con Tierra sobre la memoria?
E – Mi padre siempre ha leído mucho en casa. Cuando era una niña me gustaba mucho leer, y ya escribía cuentos para mis hermanas pequeñas. De adolescente fue una vía de escape para esos sentimientos que se quedan enjaulados por la vergüenza o el miedo a liberarlos. En el instituto gané un premio por una adaptación de la obra de teatro Bodas de sangre. Pero aunque siempre quise ser escritora, no sabía escribir un libro, no encontraba la manera de hacerlo. Con la madurez he entendido la forma de afrontarlo, es un trabajo, un ejercicio del que disfruto muchísimo, pero que hay que realizar con seriedad y constancia.
H – ¿Por qué la Guerra Civil para tu primera novela? Es un marco que produce vértigo a muchos autores consagrados.
E – Recuerdo que en una de nuestras primeras conversaciones me preguntaste sobre el tema de la novela. Quise relatar la juventud de mi iaia en el pueblo de Cuenca, su vida ahí, las costumbres… ella vivió la posguerra siendo muy joven, y aunque en nuestro pueblo no fue tan dura como en otros lugares, por supuesto sufrieron las penurias que eran comunes a todas las regiones de España. Cuando empecé a documentarme, no podía parar. Me llama la atención el desconocimiento que hay muchas veces en torno a este tema.
H – Volviendo sobre la primera pregunta, doy fe de que no sabes escribir sin vivir: tu mayor virtud como autora es una capacidad innata transmitir sentimientos y sensaciones para dar vida a tus personajes. Sin embargo, Indómita Aurora es muy superior técnicamente a tu anterior trabajo. ¿Eres consciente de tus propios avances? ¿Cuál es tu meta?
E – Sé que me queda mucho por aprender, creo que he encontrado mi camino, lo que quiero, y que tengo que trabajar duro para hacerlo lo mejor que se pueda. Mientras escribía Indómita Aurora me daba cuenta de la diferencia, pero cuando me percaté realmente de lo que había madurado en cuanto a la escritura, fue al releer Tierra sobre la memoria unos meses después de terminar de escribir la secuela.
H – Parece que has encontrado tu sitio en el mundo de los autores independientes. De hecho, cada vez eres más reconocida entre ell@s e incluso tratas, a través de tu blog, de aconsejar y ayudar a quienes vienen detrás evitándoles los errores en los que tu caíste. ¿Crees que ese es el lugar en el que debes estar? ¿Contemplas, o has contemplado la opción de publicar en una editorial tradicional?
E – Estoy contenta con la autoedición. Soy una persona a la que le gustan los retos, pero que se acomoda fácilmente cuando conoce los entresijos de lo explorado.
Creo que cualquier escritora que se precie estaría encantada de que una editorial llamara a su puerta, pero gracias a las conversaciones que mantengo con compañeros, creo que hay que tener mucho cuidado, porque por desgracia el mundo editorial tiene trampas en algunos casos que desvirtúan la labor de las editoriales. Y en resumen, cuando tú sabes lo que quieres, cómo lo quieres, y lo tienes hecho, no sé para qué necesitas un intermediario.
H – Sin embargo, para tu segunda obra has optado por trabajar con Letrame. ¿Qué carencias buscabas suplir al decantarte por ellos esta vez? ¿Han cumplido tus expectativas? ¿El proceso fue como lo habías imaginado?
E – Buscaba ayuda profesional, y la he tenido, pese a que el proceso ha sido más costoso de lo que esperaba, en parte creo que debido a mi nivel de exigencia.
También quería tener más visibilidad. Ellos te ayudan mucho con el marketing. Lamentablemente, por la situación que vivimos, no he podido ir a feria del libro donde ellos tienen caseta, y las presentaciones son más complicadas. Aunque te tengo que contar que ya tengo fechas:
Jueves 5 de noviembre a las 19h para presentación en Fnac San Agustín
Viernes 13 de noviembre a partir de las 17h para firma en Fnac Bonaire
H – ¡Pues muchas gracias por la primicia! ¡Enhorabuena! Cualquier presentación o evento literario estos días es aún más valioso que nunca, y realmente nos hacen falta.
Aunque tus novelas navegan entre géneros, son mayormente históricas. Sin embargo, una gran parte de tus lectoras son amantes de la literatura romántica. ¿Te sientes presionada por este hecho de cara a tu próxima obra? ¿Has encontrado ya tu estilo y tu marco literario o tienes pensado explorar otras temáticas?
E – Yo no leo literatura romántica normalmente, pero entiendo que mi novela empezó como tal. Los personajes y las condiciones de la época que trataba me llevaron por otro camino, aunque soy muy consciente de que una gran parte de mis lectores son afines a este tipo de obras. De hecho, en Indómita Aurora me alejé un poco más de este género, pero sigue teniendo notas que la podrían encasillar como novela histórica romántica.
Me gusta mucho dejarme llevar por los personajes, por la historia. Planifico algunas cosas pero sigo el camino por el que me llevan las letras, así que pienso que mejor no encasillarme en ningún género, aunque me siento realmente cómoda con la novela histórica. Me encanta cuadrar una historia ficticia con hechos que ocurrieron realmente.
He decidido que mi próxima novela sea un thriller, porque a mí me gusta este género, pero sé que tengo que aprender mucho aún.
H – ¿Por qué era necesario continuar o ampliar la historia de Tierra sobre la memoria? ¿Cierra Indómita Aurora un ciclo? ¿Cómo planificaste esta segunda obra para que todo encajase de una forma tan natural con la primera?
E – Como lectora necesitaba más. La novela podría haber tenido perfectamente 500 páginas. Pero es cierto que soy impaciente, y que cuando creo que ya he contado lo que quería, paro. Sin embargo necesitaba cerrar un ciclo, como bien dices. Cicatrizar. Contar qué pasó después de todo aquello, durante la Transición.
Creo que lo más complejo fue cuadrar ambas novelas. Fue un trabajo duro porque el fin era que se pudiera leer de forma independiente, o incluso si ya habías leído la anterior, no tener que releerla adrede. Por otro lado no quería que fuera muy repetitiva porque soy consciente de que va a haber gente que se la va a leer a continuación. Estoy contenta con el resultado. En la lectura conjunta de Tierra sobre la memoria en la que participé, surgieron preguntas y temas que se resolvían en Indómita Aurora. Y me gustó saber que había cumplido mi objetivo.
H – Dices que no terminaste la carrera de Filología hispánica por rebeldía. ¿Es la misma rebeldía que imprimes a tus personajes femeninos? ¿A ti te benefició o te perjudicó? ¿Es necesaria? ¿Es inevitable?
E – Qué buena pregunta. De hecho muchas veces al teclear Indómita Aurora confundo la primera R con la T, y escribo Indómita Autora. Y pienso. Pienso mucho.
Ser rebelde me ha dado voluntad para hacer el esfuerzo por las cosas que he deseado, y la oportunidad de ganar o equivocarme. Creo que es completamente inevitable. No se puede luchar contra la forma de ser. Se puede aprender a enfocarla hacia las cosas buenas, y aplicar los conocimientos adquiridos para errar menos y obtener más éxitos.
Mis personajes femeninos cobran fuerza sobre el papel. En ninguna de las dos novelas se trataba de que ellas fueran las protagonistas, pero cogieron las riendas. Siempre digo que Irene me tomó de la mano y me enseñó todo por lo que había tenido que pasar. Y yo solo la seguí humildemente. Las mujeres que me rodean son valientes, y no creo que Irene y Aurora sean reflejo de mi personalidad, sino de la fuerza y determinación de las mujeres que conozco.
H – En tus obras los personajes masculinos cuentan con menor peso argumental. ¿Crees que en la historia no escrita fue también así? ¿Cómo ves el futuro en ese aspecto?
E – Creo que tuvieron mucho peso, pero que ellas se quedaron solas en una época en la que el hombre tenía todos los derechos. Ellos tenían públicamente el reconocimiento, la potestad, la voz. Ellas no eran nada a la vista de los demás. Pero sacaron adelante sus hogares solas, y sin medios.
Cuando escribo sobre mis personajes masculinos, escribo lo que veo que hicieron. Y eran valientes, lucharon en el frente, algunos fueron grandes dirigentes… pero no puedo evitar poner la fuerza en quien creo que la tuvo por encima de todo.
En cuanto al futuro, pienso que puede cambiar. Veo que hombres y mujeres somos muy distintos y que posiblemente así estemos hechos por alguna razón. Pero creo que la educación y la información que todos tenemos ahora a nuestro alcance puede modificar las cosas.
H – Tus novelas pueden gustar o no, pero creo que nadie puede negar que, para escribirlas, te has documentado exhaustivamente. Sumergirte tan profundamente en aquellos años tan importantes de nuestra historia te habrá hecho establecer paralelismos con la actualidad que estamos viviendo: son tiempos de extrema polarización y los partidos que parecen añorar aquellos años de dictadura cobran cada vez más fuerza. ¿crees que la historia puede repetirse? ¿tienes claro qué se hizo mal entonces y qué estamos haciendo mal ahora? ¿Crees que algún día España logrará cerrar sus heridas?
E – Pienso que tenemos la suerte de no haber tenido que vivir una situación tan extrema, que parece que no valoremos lo que tenemos. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que parece que caminemos hacia el desastre, y sigo pensando que es por falta de información sobre ese tema. Nadie puede desear eso realmente, y si lo desea es porque se ve del lado de los todopoderosos, cosa que nadie te garantiza. Son dos versiones de un mismo error.
Pienso que es muy difícil cerrar una herida sobre la que se ha echado tierra, porque hay mucha gente que sigue sufriendo por ello.
Si me preguntas sobre cómo solucionarlo te diré que no es fácil, pero que hay que cicatrizar, hay que perdonar, y hay que avanzar. En ambos sentidos. Porque si no lo hacemos, obviamente volverá a pasar.
H – Tocando un tema tan espinoso es muy complicado no posicionarse. De hecho, yo pienso que hay que hacerlo. Sin embargo, muchos lectores no son capaces de separar la ideología de la literatura, y aunque tu tratas de exponer que errores y crueldades hubo en los dos bandos, seguramente habrás sufrido críticas o ataques. ¿En esta aventura has perdido amigos o los has ganado? ¿Cambiarías algún pasaje de tus novelas por este motivo?
E – He tenido mucha suerte. Es evidente que me posiciono, y más después de haberme documentado debidamente. Mi intención fue no hacerlo, pero resultó inevitable. No me ha leído mucha gente que no sea afín a la postura adoptada en la novela. Pero es verdad que he dado con varias personas, que no pensaban igual, y con las que he tenido el placer de hablar o discutir sobre el tema, y a las que he dejado claro que la postura era muy distinta. Y hemos quedado muy bien, no he sufrido ataques ni he perdido amigos. Son dos caras de una misma moneda. Si tratas con respeto a alguien, y recibes lo mismo, no tiene porqué ser de otra forma.
H – Creo que una de tus mayores motivaciones a la hora de escribir es el amor. No sólo carnal o pasional como el que sienten Irene y Aurora hacia sus respectivos compañeros, sino también el que tu sientes hacia las calles y campos que ellas pisan; después de Tierra sobre la memoria todos necesitamos ir hasta ese pueblecito manchego con su plaza y su molino, y la primera vez que he disfrutado las calles de Valencia y he vivido las Fallas ha sido al leer Indómita Aurora. ¿Te sientes capacitada para escribir sobre lugares que no ames o que no conozcas? ¿Concibes un tipo de literatura que esté basado en el punto contrario (el odio, el rencor hacia algo o alguien)?
E – Necesito la motivación de la que hablas para escribir. Necesito pasión, ya sea amor u odio.
En cuanto al amor carnal, y en cuánto a las localizaciones… creo que no lo podría hacer de otra manera. Necesito sentir amor para transmitirlo.
Sí creo que podría partir del odio o rencor hacia alguien para crear una obra literaria o parte de ella. Como bien dices, lo que me mueve es la pasión… de hecho en las novelas también se aborda ese tema (piensa en Nicolás, por ejemplo, o en don Raimundo), el odio es pasión también.
H – Instagram es la punta de lanza para la promoción de tus obras. Hace aproximadamente un año contabas con menos de 100 seguidores y ahora estás cerca de los 3000. Tu actividad para lograrlo se ha multiplicado considerablemente en relación con tus inicios literarios, y a través de tus publicaciones nos dejas ver algo de tu día a día ¿Han alterado las redes sociales tu vida personal? ¿Ven tus hijos y tu pareja a alguien diferente desde que escribes?
E – Mi hijo pequeño me adora y admira. Y quiere ser escritor entre un millón de cosas. Mi hija a veces me riñe… pero es que yo soy yo. Y Raúl aguanta pacientemente, porque claro que es raro, jajaja. Le dedico tiempo, a veces más del que quisiera y menos del necesario. No siempre surge una conversación por redes en el momento ni lugar adecuados, y como me lo tomo en serio y quiero atender a todo, a veces es complicado.
H – ¿Qué es lo que más disfrutas de interactuar con tus lectoras/es?
E – Que te digan lo que han sentido. Que te digan qué les gusta, lo que cambiarían (aunque se me clave como una daga).
H – ¿Qué puedes decirnos de tu próxima novela?
E – Que tengo ganas de escribir, pero necesito un descanso. Voy a hacer un curso de escritura creativa y reunir toda la información necesaria para realizar un buen trabajo. Me pondré a escribir cuándo esté lista.
H – Recomiéndanos un autor o autora. Sólo uno/a.
E – Esta pregunta es la que más me cuesta responder. Porque te podría recomendar escritores que no necesitan recomendación, y otros a los que eso es lo único que les falta para volar, que alguien les señale y les haga subir. Te voy a nombrar a nuestra querida Rosa Sanmartín. Su última novela me puso del revés y me hizo elevarme después.
H – ¿Algún consejo para quien sueñe con convertirse en escritor/a?
E – Si quieres ser escritor, tienes que serlo. Tienes que escribir, aprender, soñar, vivir. Y trabajar. Puedes llegar a estar 12 horas escribiendo. Si no estás dispuesto, no lo hagas. Nadie dijo que fuera fácil.
Si no conocías a esta autora y te has quedado con ganas de más, puedes (debes) seguir sus publicaciones en Instagram pinchando aquí.
Y si acabas de comenzar en el mundo de la auto-publicación, no dejes de pasarte por su blog pinchando aquí.
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¡Enhorabuena! Me encanta la labor que haces como descubridor de nuevas voces. Creo que Valencia da mucho de sí a la hora de escribir, debe ser el clima y la luz que tiene, pero ha dado muy buenos escritores. Las novelas sobre la guerra civil, o la posguerra, que casi fue peor, son muchas pero merecerá la pena leer la de Melero Bermejo porque cada autor enfoca el tema desde un punto diferente. Gracias por recomendarla!
Si, algo hay en Valencia que tanto bien le hace a las letras españolas. Las obras sobre la guerra y la posguerra son siempre duras y complicadas; siempre dejan (o deben dejar) secuelas en el autor y el lector. Estela Melero es una escritora valiente que desborda sensibilidad. Espero que su evolución deje esta entrevista al nivel de curiosa anécdota acerca de sus inicios.