
Autor: Uketsu
Editorial: Reservoir Books, Roja y Negra
Género: misterio
Extensión: 228 páginas
RITUAL
Nos llega un libro que promete ser diferente, intrigante, provocador, que te absorbe y convierte en partícipe de la intriga(s) que trata. Unos dibujos. Una mujer embarazada que muere dando a luz. Un marido que se suicida. Un niño que sale adelante. Y cinco ilustraciones dejadas atrás publicadas en el blog de ese marido con pseudónimo. Lo que anima a dos aficionados al misterio a investigar. Pero se profundiza, mientras montan y remontan el significado de las ilustraciones, ordenadas, superpuestas, desentrañadas. Después, y saltando delante y detrás en el tiempo, más crímenes (esa niña protectora, ese profesor arrogante, periodistas inquisitivos, vetustos o noveles), más enigmas que pueden o no estar relacionados, jugando con las imágenes dejadas a modo de pruebas, de pistas, quizá de engaño por el, la o los asesinos. Intuyendo un hilo a seguir, conjeturando. Muertes a través del calendario con o sin nexo común. Con el perpetrador(a) libre como el viento, sin conocer aún sus motivaciones o intenciones pretéritas y futuras.
La propuesta es atractiva. Además, la identidad del autor parece que un secreto entre las sombras de internet y ayuda en la promoción y el salto internacional de la obra tras arrasar en Japón.
Y, como digo, esa premisa, de inicio, te secuestra la atención, haciéndote sopesar esos dibujos en apariencia simples. Trazando cronologías o pistas en función de lo que sabemos y lo que vamos aprendiendo sobre la marcha, con una prosa correcta y buen ritmo, sin permitir que decaiga el interés. Hasta que… profundizaremos juntos pronto sobre el gran Pero.
El argumento, con sus subtramas divididas que acaban por converger, se diseña con habilidad, sobre todo cuanto menos sabemos. Sin que el estilo o la prosa destaquen o entorpezcan el deguste.
Los personajes son esbozos, igual que las ilustraciones, participantes en la inquietud del manuscrito, más testigos que protagonistas, y es mucho decir. Carentes de empatía.
La atmósfera crece en nuestra imaginación más de lo que puede entre líneas, con algunos escenarios, y las escenas que se retrotraen reconstruidas, partes del telón antes de cerrarse. Lo que sea la novela, depende de ti.
Y el desenlace, el quid de la cuestión. Todo funciona, o parece funcionar hasta el punto en que nos preguntamos cómo resolverá la incógnita del final de las revelaciones. Pues cuesta abajo. Porque una vez se nos presentan todas las pruebas y ya podemos montar el caso, nos tratan como a niños y niñas pequeñas contando con detalle cada detalle (valga la redundancia) y robando la magia que devenía con la propuesta de arquitectura de la novela. Una vez que se desgaja el intríngulis, sobran la mayoría de las explicaciones, o quizá procedan a ser narradas en otra forma más afín a esa propuesta iniciática. Y sin que desmerezca, pues a muchas y muchos les gustará esta fórmula para concluir y cerrar el argumentario complejo, creo que se rebaja y que pierde el valor que por sí mismo trataba de ganarse (junto con alguna incongruencia), cual proyecto a medias.
Resumiendo, me he divertido con parte de la obra, aunque una vez la dejas atrás, puede que pienses que las ilustraciones, los dibujos, han resultado ser una distracción menos importante de lo prometido. Te diviertes formando parte del juego, hasta que te sacan del mismo, y solo puedes quedar como espectador, gustoso o disgustado. Para sensibilidades. Como repito, interesante, sobre todo en sus dos primeros tercios, pero ojo, a sabiendas de lo que afrontas para luego no caer en decepciones.
Pd: con lo que podría haber sido de llevar su arquitectura hasta el final, cerrado o abierto…
Una reseña de Román Sanz Mouta

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«La atmósfera crece en nuestra imaginación más de lo que puede entre líneas». Ya lo has dicho todo, Román.