“La sangre es lo que alimenta la magia”
El fascismo es un monstruo que se alimenta de odio. Que crece en tiempos de crisis y promete soluciones simples a problemas complejos. Que busca culpables a los que señalar y asegura que el paraíso se puede alcanzar con represión y violencia. Cuando se desata, el enfrentamiento es inevitable y allí donde triunfa, la humanidad siempre pierde uno de sus bienes más preciados: la diversidad. Y es que siempre impone una única forma de ser, de vivir, de pensar y de amar, pues esa es la forma en la que logra su objetivo: la obediencia y el control absoluto de la población. Sus líderes suelen ser megalómanos carismáticos que terminan siendo vistos como dioses por sus acólitos. Y todos los dioses exigen sangre.
La II Guerra Mundial fue una guerra necesaria. A pesar de la reciente proliferación de ucronías, nadie puede saber cómo habrían sido las cosas si hubiesen ganado las fuerzas del Eje. Lo que sí sabemos es que, si hubiesen vencido, las ejecuciones y las encarcelaciones no habrían terminado con el alto el fuego. El mundo habría sido un lugar mucho más oscuro. La vida, menos deseable.
Estamos demasiado lejos de 1945. Tanto que empezamos a olvidar y algunos se empeñan en negar… Por eso son necesarias obras que, incluso desde la fantasía y el entretenimiento, nos recuerden aquello por lo que se luchó. Que nos hablen de tantos hombres y mujeres que, dando sus vidas por perdidas, se enfrentaron a quienes exterminaban a su pueblo y a sus seres queridos, y no les dejaban ni siquiera soñar con un mundo mejor. Sí, la II Guerra Mundial se debía ganar a cualquier precio. Aunque para ello hubiesen tenido que recurrir al poder de antiguos dioses.
Que las montañas sean mi tumba es una novela tan maravillosa como necesaria. Una obra que, con el mismo nivel de entretenimiento que la mejor de las hazañas bélicas, nos habla de diversidad sexual e ideológica. De amor, respeto y sacrificio. Incluso de dioses olvidados. Ah, y de matar nazis.
“Mi Señor es la única entidad divina a la que venero, pero no creo que sea el único dios que existe.”
Francesca Tacchi combate el totalitarismo desde la primera a la última página de esta novelette. Lo enfrenta desde el prisma sociopolítico, desde el de la orientación sexual, e incluso desde el teológico recuperando (o descubriendo para muchos) el henoteísmo como credo. Y lo consigue creando personajes tan distintos como la noche y el día, pero dispuestos a apoyarse y respetare al entender que todos tienen un enemigo común.
Veleno, un hombre atormentado que busca venganza y anhela la muerte es el protagonista y narrador de esta historia. Un partisano comunista, una francotiradora católica y una arqueóloga judía son sus compañeros de viaje en una aventura de cuyo resultado dependerá el desenlace de la batalla de Montecasino y que conjuga historia con mitología etrusca, objetos de poder y esoterismo nazi.
“¿Cómo se atrapa un rayo?”
No temáis a las serpientes. Tienen el poder de la curación. Temed al rayo si no podéis controlarlo. Temed a los hombres que son incapaces tolerar a quienes piensan, sienten o aman diferente. Y llorad por quienes hayan perdido la fe en el futuro. En una guerra no solo se enfrentan dos bandos. Se enfrentan sus visiones del pasado y del futuro, sus credos y sus formas de entender el mundo. Se ponen en juego demasiadas vidas y, a veces, la posibilidad de elegir la forma en que cada uno decida vivir la suya.
Gracias a la editorial Crononauta podemos disfrutar de joyas como esta. No pude dejar de leer hasta decidir, junto a Veleno, si cerrar la puerta al dolor o abrirla a la esperanza.
Si os gustan las obras de P. Djèlí Clark, tenéis que leer a Francesca Tacchi.
Si os gusta la literatura fantástica, tenéis que leer a Francesca Tacchi.
Si os gusta la literatura antifascista, tenéis que leer a Francesca Tacchi.
Si amáis a un hombre o a una mujer, tenéis que leer a Francesca Tacchi.
Si creéis que solo existe un dios, que si existe uno pueden existir más, o si sois ateos, tenéis que leer a Francesca Tacchi.
No sé si ha quedado claro lo mucho que me ha gustado esta novela.
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