“Al menos ya no estaba solo en el mundo”
A veces todo se derrumba y no hay dónde aferrarse. Toca crecer rápido y adaptarse a las circunstancias, sean cuales sean. Pero es muy difícil hacerlo cuando no se está preparado emocionalmente o cuando las heridas se han infectado de ira y soledad. Si esto sucede, es fácil caer en la desesperación y creer en cualquier cosa que parezca poder terminar con el vacío que sentimos. No importa si se trata de algo imposible, porque cuando se es vulnerable, cuando se es presa de la aflicción, nadie lee la letra pequeña y algunos contratos nos convierten en rehenes de por vida. El mal no conoce la piedad; es insaciable y siempre pide MÁS. Lo peor es que nadie está a salvo, porque todos hemos anhelado algo inalcanzable y habríamos pagado cualquier precio por tenerlo… Contadme, ¿vosotros qué deseáis?
“Ben no creía en Dios. Creía en el caos”
Para ofrecerle placer es una novela oscura, original y diferente que va ganando peso e intensidad párrafo a párrafo. Ali Seay establece, desde el principio y a través de pequeños detalles, los sólidos mimbres que necesita para contar una historia dura y atípica, aunque incorpore muchos de los elementos habituales en la literatura y el cine del terror. Y es que en esta obra encontramos un gato negro, un libro maldito, una mujer mayor llamando a la puerta y algunos lugares misteriosos, pero quien canaliza el horror, toda la atención, y nos hace avanzar sin percatarnos de la dureza de algunas escenas, es Ben, un adolescente de dieciséis años que en menos de seis meses ha perdido a su padre y ha sido abandonado por su madre.
Doscientas páginas son suficientes para sentir lástima y dolor. Odio y amor. Para recordar lo intensa que es la vida cuando se es adolescente y para preguntarse por el verdadero significado de la palabra “familia”. Doscientas son suficientes para comprobar lo fácil que puede resultar pasar de ser el amo a ser el esclavo y para que nos planteemos qué es lo que realmente queremos y cuál es el precio que estaríamos dispuestos a pagar. Y una frase, una sola frase, es suficiente para que sintamos temor.
Aún no me habéis contestado: ¿Qué deseáis?
¿Te ha gustado esta reseña? ¿Quieres descubrir más libros como este? ¡Hazte mecenas de El yunque de Hefesto! Hemos pensado en una serie de recompensas que esperamos que te gusten.
También puedes ayudarnos puntualmente a través de Ko-fi o siguiendo, comentando y compartiendo nuestras publicaciones en redes sociales.
Estupenda reseña, ahora tengo muchas ganas de poder comprar lo y leerlo
Muchas gracias, Decrepytus!
Es de esos libros que te lees del tirón. Pero no te das cuenta de lo bueno que es hasta que pasan unos días y sigue rebotando en tu cabeza.
Si estuviésemos más cerquita te lo prestaría.
Un abrazo!