Rafael Marín, ese autor y traductor desconocido para los lectores ajenos a la literatura de género, es una de las mejores plumas de este país. Un escritor que hace más de 30 años publicó su primera novela, ‘lágrimas de luz’, con la que consiguió inmortalizar su nombre en la historia de la ciencia ficción española. Desde entonces no ha parado de trabajar; además de escribir otras muchas obras de este y otros géneros, ha desatado y explotado su gran pasión por los cómics y la novela gráfica: Su ‘W de Watchmen’ es el mejor ensayo jamás escrito sobre el clásico de Alan Moore y Dave Gibbons, ‘Mundo de Dioses’ es la novela de superhéroes referente en las letras españolas y en el año 2000 fue fichado por Marvel como guionista para varias de sus sagas entre las que destaca su versión de los Cuatro Fantásticos junto al dibujante Carlos Pacheco.
Ese amor por las historias ilustradas de épicos enfrentamientos entre el bien y el mal queda reflejada en esta obra. Durante la lectura de los tres relatos que la componen no puedes evitar imaginarte cada escena con ilustraciones de cariz gótico y sangriento, cargadas de acción, erotismo y violencia.
Ángela de Ory, Esaú Falconi e Ismael Nero son ‘Ora Pro Nobis’, el brazo armado de la Iglesia Católica. Una trinidad de pecadores arrepentidos y bendecidos por Dios que deben combatir con armas de fuego y fe a las fuerzas del mal allá donde las oraciones no son suficientes.
`Llena eres de gracia’ es el primer relato, de unas 80 páginas repletas de sexo, sangre y demonios, en el que la protagonista indiscutible es Ángela. Su personaje nos permite conocer la existencia de la mencionada unidad y lo suficiente de su pasado como para desarrollar una historia ambientada en el elitista mundo de la moda y las pasarelas.
El segundo, ‘Gloria a Dios en las alturas’ es un capricho violento de 15 páginas que se centra en la ejecución de una misión en un pequeño pueblo griego y nos divierte a modo de intermezzo para llegar al mejor de los tres:
‘Angelus de medianoche’. 100 Páginas con una historia cuasi detectivesca más completa e interesante que las dos anteriores; ambientada en el atractivo mundo del rock con toda su influencia y parafernalia nos trasporta a un Londres lluvioso y gris en el que los componentes de ‘Ora Pro Nobis’ luchan de otra forma con las fuerzas del mal porque “salvar almas es tan importante como destruir demonios”. En esta última parte Marín nos desvelará mucho más sobre sus vidas, su pasado y el mismísimo Vaticano.
A pesar de lo que puede parecer por la amenidad de la obra y lo poco enrevesada de la trama, estamos ante literatura de género de mucha calidad, donde el prodigioso manejo del lenguaje por parte de Marín, que huye de lucimientos pretenciosos y se pone al servicio del entretenimiento del lector, es una delicia en sí mismo. Pero además nos impregna de una inesperada y acertada crítica social en la última parte y nos sumerge en una eterna partida entre el bien y el mal.