Morirse a tiempo es un poema narrativo romántico en el que la autora se aparta conscientemente de la belleza idealizada de la poesía. Con un lenguaje llano relata la boda de María quien, desde ese preciso instante, se acerca dolorida hasta el altar sin que nadie le pregunte las causas de su pena. María no tiene enfermedades y no se quedará soltera, su marido es pudiente y guapo ¿de qué se queja entonces?
El pensamiento de Rosario de Acuña pasa a María y queda plasmado de forma rítmica a través de una representación inquietante en la que la religión, anticuada, coarta el pensamiento libre y ofrece a la mujer una posición de sumisión respecto al hombre. Nada más comenzar el poema somos conscientes de la imagen obsoleta de la iglesia.
Las imágenes pictóricas de Jen del Pozo se corresponden a las poéticas al tiempo que la actualidad de la pintura, moderniza el poema y lo acerca a la mujer de hoy aportando el contraste necesario con la sociedad del XIX y la continuidad inquietante en este siglo XXI.