Sí, ya lo dice más o menos la contraportada. Estamos en un Mundo alternativo al nuestro. Una sociedad repleta de humanos modificados, máquinas increíbles sacadas del más puro imaginario steampunk y gente sobreviviendo como puede en medio de la miseria. Los desheredados de la sociedad se agrupan en bandas con características y atuendos diferenciados que más que a ‘Gangs of New York’ como propone la sinopsis, me recuerdan a la inefable ‘Warriors’ de Walter Hill o incluso a ‘La naranja mecánica’ de Burgess/Kubrick. La miseria y la podredumbre hace de cada personaje un superviviente que asume su lugar en el mundo pero que inconscientemente desea rebelarse ante el poder, el culpable de su agonía. Y el poder está representado por un Sumo Sacerdote y unos ministros despiadados que desean conservarlo o aumentarlo a cualquier precio con el control energético como moneda de cambio. En una situación así el equilibrio es muy delicado. La pobreza y la opresión sólo necesitan de una chispa para que todo explote.
Este es el gran atractivo de la novela; una potente ambientación y personajes bizarros por doquier. Hay mucho más, por supuesto. Hay ambigüedad sexual del personaje motor de la historia, hay luchas de poder, dobles lecturas como en todos los grandes cuentos…
Pero incluso esas dobles lecturas son demasiado convencionales para Guillem López. Hay crítica social, por supuesto. Y mil elementos extrapolables a nuestro presente. Incluso te hace plantearte cuestiones irresolubles como el peso de la amistad o más bien su precio. Es sin duda es una novela con la que pasártelo genial… pero nada rompe ni desgarra como esperaba de uno de mis escritores favoritos. Y que nadie me malinterprete, he disfrutado mucho con esta lectura. Lo que ocurre es que la línea argumental es más convencional de lo deseable. Incluso, suavizando el lenguaje y algunas escenas, podría haber pasado por novela juvenil.
En definitiva, no es su mejor obra. No sabemos si por adaptarse a la línea editorial de Minotauro o simplemente porque le apetecía hacer algo así. A pesar de todo, y aunque deseo que López vuelva estremecerme, descolocarme e impactarme en el futuro, recomiendo esta novela como diversión de calidad. Sin lugar a dudas. Pero siendo consciente de que no hay que compararla con ninguna de las obras anteriores del autor o ‘El último sueño’ saldrá perdiendo.