Animales difíciles – Rosa Montero

Si la identidad pudiese ser programada y la conciencia transferida, ¿qué significaría ser humano? Si nuestros recuerdos pudiesen ser alterados, ¿en qué se sustentaría nuestra identidad? Y si la vigilancia fuese ubicua y la información prefabricada, ¿qué entenderíamos por libertad?

Animales difíciles nos sumerge en un futuro posible donde la memoria es manipulable y la inmortalidad una promesa. Plantea cuestiones que evocan la paradoja del barco de Teseo y pone de manifiesto la fragilidad del yo en la era tecnológica. Además, explora el poder de la tecnología como instrumento de control.

Rosa Montero vuelve, en esta cuarta y última entrega de la saga, al Madrid del siglo XXII, y fusiona, una vez más, ciencia ficción con novela negra. Bruna Husky, más vulnerable y atormentada que nunca como consecuencia del magnífico final de Los tiempos del odio, se sumerge en una nueva investigación junto al inspector Lizard, que la llevará a descubrir una conspiración que pone en peligro el futuro de la humanidad.

La escritora madrileña despliega el estilo ágil y cercano al que nos tiene acostumbrados y equilibra la tensión narrativa con reflexiones que nos obligan a plantearnos hasta qué punto la tecnología cambiará nuestro mundo y nuestra propia naturaleza. También deja, como siempre, espacio para la crítica social hacia la desigualdad y el ejercicio egoísta e irresponsable del poder. Además, vuelve a hacer suyo un universo que nació como reconocido homenaje a Blade Runner en Lágrimas en la lluvia.

La historia cierra con coherencia el arco de Bruna Husky concediendo, tal vez, algo de paz a la tecnohumana. Sin embargo, el desenlace carece de riesgo narrativo. Además, explota (puede que inconscientemente) los miedos de gran parte de la población hacia la evolución de las Inteligencias Artificiales.

¿Me ha gustado?

Por supuesto. Tal vez me jugaron una mala pasada las altas expectativas que tenía hacia esta obra, que ha resultado ser un amable y conveniente punto final a una saga sobresaliente.

Animales difíciles es, por tanto, una novela totalmente recomendable para cualquier amante de la buena literatura y obligatoria para todos los fans de Bruna Husky. Gustará a los adictos a la acción, a los que tiendan a la reflexión, a quienes disfruten de la intriga o necesiten ser testigos de una bonita historia de amor. Además, no es necesario haber leído las entregas anteriores para sumergirse en el Madrid de 2111 ni para entender las motivaciones de sus protagonistas.

Una reseña de David M. Hefesto

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