Es estimulante, puede que aterrador, pensar en la infinidad de posibilidades que ofrece la hipótesis de universos paralelos. Imaginar otros hombres y mujeres, semejantes a los que ahora conocemos, viviendo vidas parecidas con pequeñas variaciones. O todo lo contrario, sociedades divergentes a partir de un evento histórico que, habiendo sucedido de diferente forma, determine un presente y un futuro totalmente distintos. Las opciones son infinitas, pero ¿y si esos mundos comenzasen a colapsar? ¿Y si fuesen colisionando unos con otros, contaminándose, aniquilándose?
Cuando los truenos anuncien el fin de tu realidad ¿sería lícito aniquilar un planeta entero con la esperanza de salvar a otro? ¿Sería ético rescatar sólo a los seres más valiosos para la ciencia, la cultura, o el arte? y de poder escapar, ¿cuál sería para ti el mejor de los mundos posibles?
José Antonio Cotrina es uno de los mejores y más premiados escritores de ciencia ficción de este país. Con obras como Amanecer, Mala racha, Salir de fase o Luna de locos, todas adictivas, emocionantes y tremendamente estimulantes a nivel intelectual, se ha convertido en un autor cuyas obras se esperan con ansiedad y, para su perjuicio, con muy altas expectativas.
Fractal, novela corta finalista del Certamen Literario Alberto Magno 2015 que permanecía inédita hasta que recientemente pudo ver la luz gracias al auge de la autoedición, no ha sido una excepción. Sin embargo, tal vez se trate de una de sus narraciones peor comprendidas generando cierta insatisfacción entre algunos de sus seguidores.
Esta obra no ofrece respuestas ni nada a lo que aferrarse. Simplemente abre una mirilla a cuatro escenarios situados en mundos alternativos al filo de la destrucción. Historias cargadas de tensión y adrenalina a las que el lector debe subirse como a vagones en marcha entre los cuales deberá ir saltando continuamente. Durante nueve capítulos, ordenados del uno al cinco y del cinco al uno, todos buscando una continuación en su simétrico, habrá que desplazarse entre un Londres alternativo al que conocemos, una sociedad de cultura totalmente egipcia con su propio calendario y orden social, una estación orbital que trata de acotar lo ilimitable, y un mundo focal donde se intenta luchar contra la mayor de las tormentas fractales imaginables.
Cuando los truenos estallen como temibles latigazos y la desesperación empiece a invadir el ánimo de la gente, una serie de personajes de todo tipo se enfrentarán a su destino. Algunos intentarán sobrevivir a cualquier precio, otros salvar a sus semejantes, algunos preservar la cultura y el saber. En esos momentos el valor, la integridad y el sentido común serán las virtudes más valiosas; esos dones servirán a Alba y Román, a Amenmesse y Neferet, y al profesor Lore y Darla a enfrentarse a su destino, y les permitirán aferrarse a sus historias de amor como única defensa frente unas leyes físicas que nunca comprenderán.
En este relato Cotrina vuelve a deslumbrar con su imaginación y su estilo inmersivo. Pero esta vez, aunque nos permita vislumbrar las entrañas del universo en una carrera contra el tiempo, y luchar por causas dignas y honorables, no nos dará un final que nos guste. No puede hacerlo. Ninguna realidad es única. Aunque gracias a eso, podrás elegir el que desees.