Esta antología, compuesta por quince relatos cortos, no es la obra más impactante ni innovadora del mangaka japonés. No obstante, es una buena muestra de su inconfundible estilo artístico y de su capacidad para explorar la psique humana cuando se enfrenta a lo sobrenatural.
Junji Ito logra crear imágenes aterradoras, llenas de detalles que transmiten un horror visceral. Las ilustraciones, generadoras de atmósferas sombrías y claustrofóbicas, son verdaderamente destacables.
Por otro lado, los personajes, superficiales y sin apenas desarrollo, aquí no son su punto fuerte. Sus rostros se parecen demasiado entre sí, limitan el impacto de la narrativa y dificultan la conexión emocional con el lector.
A pesar de todo, Ciudades y mansiones encantadas es una buena opción para iniciarse en el universo del autor.
Opinión de David M. Hefesto
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