Aún a día de hoy existe una gran controversia sobre si Sven Hassel era quien afirmaba ser o simplemente un oportunista que falsificó y reinventó su pasado tal y como defendía el polémico periodista ultraderechista danés Erik Haaest. Pero en todo caso, el valor y el análisis de sus obras no debe verse afectado por ninguna polémica. Su primera novela, ‘La legión de los condenados’ y el resto de libros que le siguieron están sin duda más inspirados que basados en hechos reales, pero este, es el que más realidad refleja y más dolor transmite.
Si leemos con mucha atención podremos diferenciar una primera parte de la novela, (no demasiado extensa) en la que Sven es condenado por traición y enviado a un campo de concentración donde se presenta voluntario para desactivar bombas con la esperanza de obtener un perdón que nunca llega. Este breve tramo del libro mantiene un tono sombrío que emana dolor y pesimismo sin permitirse ni una sola pincelada de humor negro como las que aparecerán más adelante. Algún tiempo después es liberado y enviado a un pelotón de castigo a causa de la necesitad de hombres en la Werhmacht y desde este momento la obra cambia ligeramente de cariz, se aligera levemente el ánimo (sin llegar a ser alegre o divertido) y asistimos a una historia bélica que exuda en cada página crítica y rencor, principalmente hacia su propio bando, el del ejército alemán.
La obra está bien escrita. No contiene acción a raudales pero la forma de narrar, sus reflexiones intercaladas con los hechos y el morbo intrínseco de estas historias tan duras y nunca amables, lo convierten en un libro entretenido y a veces muy emocionante que esconde algunas frases memorables que transmiten perfectamente el mensaje del autor. Os digo mi favorita:
“Mi deseo de libertad no sigue la trayectoria de las balas de fusil.”
Aunque a lo largo de la novela encontraréis ese fuerte sentimiento de camaradería entre soldados, (intrínseco al género bélico), episodios de crueldad propios de la guerra mecanizada y vivencias de distinto tipo en un desolador frente ruso, el punto fuerte de la obra es la forma en que logra reflejar la manera en que poco a poco, Sven y sus compañeros, a causa de la tensión, el sueño, el hambre y las penalidades, van perdiendo su humanidad y su sensibilidad adormeciendo sus conciencias y quedándose vacíos.
Estamos por tanto ante una novela de lectura obligada para cualquiera que desee adentrarse en la trágica Segunda Guerra Mundial desde las filas alemanas.
Aprovecho para decir que no he encontrado ni una sola portada de ninguna edición que no insinúe prácticamente lo contrario a lo que es la obra ya que todas parecen reflejar que lo que tras ellas se encuentra es una heroica aventura del ejército nazi o incluso, de miembros de las SS.