Rosa Sanmartín pertenece a ese grupo de escritoras que apuestan por una literatura de alcance universal. Los lectores nos asomamos a una historia habitual desde un punto de vista femenino.
Puede que alguien tenga la tentación de colocar a Un brindis por el desamor el marbete de “literatura femenina”, pero desde hace bastantes años hay un auge de la literatura escrita por mujeres y, a lo mejor, la forma de enfrentarse a la vida sea diferente para ambos sexos. Que la mujer abandone todo para seguir los pasos de su pareja está pasando a la historia, empieza a formar parte del mito que declara a la mujer como alguien cuyas ambiciones no deben igualarse a las del hombre. Y, como toda leyenda, tiene mucho de ficción.