No conocía a Esther García Llovet y ha resultado una experiencia muy interesante leer su última novela. En esta ocasión agradezco al proyecto Mandarache la oportunidad que me ha dado con Spanish Beauty. Novela corta. Diferente. Provocadora. Reflexiva.
El resumen de la novela se puede realizar en tres líneas. La historia ocuparía algo menos: La policía nacional Michela busca el encendedor de Kyle, su padre, que antes había pertenecido a los gemelos Krai.
Pero la trama es inmensa, las implicaturas están en cada capítulo, que no ocupan, en general, más de dos páginas cada uno. De golpe, desde el principio, en diálogos algo tensos en los que normalmente no pasa nada pero el lector está sobre aviso, nos vamos enterando de dónde se va a desarrollar esta trama por implicaciones particularizadas
El Benidorm de Spanish Beauty es feo, opresor, siniestro a pesar de la naturaleza que lo rodea libre y majestuosa. Los personajes no tienen apego por el paisaje, tampoco por la vida y, aunque están desligados del lugar algo chirría en ellos, como en el propio entorno.
Nos adentramos en la cultura de la barbarie en donde las comparaciones y metáforas, empequeñecedoras, mezclan el esperpento, el naturalismo y el feísmo literario con la lírica. Todo le sirve a Esther García Llovet para denunciar la deshumanización que, entre todos, llevamos a cabo.