No tengas miedo – Stephen King

RITUAL

Holly retorna. Porque, tras el asesinato en la cárcel de un inocente, que fue acusado de perversiones por un compañero de trabajo quien así le quitó el puesto, un dudoso asesino en serie se pone en marcha, con la novedosa cultura de asesinar a un inocente (me repito a posta) por cada culpable que el considera, es decir, los doce del jurado, juez y letrados. ¿Rebuscado? La detective al cargo pide ayuda externa a la inefable Holly, y esta se involucra en el caso sin darse importancia. Pero, al mismo tiempo, es contratada como guardaespaldas para un gira de la mujer más relevante en el movimiento antiaborto, que tiene público a favor y en contra, y que ha sido amenazada de muerte. Además, los hermanos escritores, una legendaria cantante y un partido absurdo entre bomberos y policías hacen que todo se desencadene, ¿dónde?, al lado de la casa de Holly, en su pueblo. Para bien y para mal.

             Comentarios a vuelapluma sobre la última novela en castellano de King, porque me salen, porque me duele hacerlos, pero no merece otra cosa la historia.

• ¿Estamos ante una novela de esa perversidad absurda llamada cozy crime? Me temo que sí, carece de la sangre fría y de la chicha habitual (más en formas que en fondo) para el maestro del terror contemporáneo.
• Holly, la obsesión de King. Le perjudica este protagonismo múltiple al personaje, porque palidece. Ya no salen sus tics, solo las dudas. Ya no destaca, solo se espera que haga lo de siempre. Ya no interactúa con complejidad extraña ni con deducción elevada, sino que se deja llevar, sin ser capaz de resolver el caso hasta que resulta demasiado tarde. Por incidir en ella, la estamos perdiendo en esencia pura.
• El resto de personajes y sus justificaciones son manidos. Tratan de aparentar psicología, pero palidecen ante lo que nos acostumbra la carrera del reverenciado escritor. Tanto villanos como compañeros de Holly, colaboradores necesarios para que la trama no fluya.
• Seguimos con Holly, porque el narrador repite, de palabra, una y otra vez, la inseguridad e invisibilidad que dice sentir Holly. Pero es solo eso, porque no se demuestra con sus actos, con su comportamiento, ya que está por doquiera, aunque poco efectiva. Demuestra y no narres.
• Hay excesivo moralismo, ya no solo el acostumbrado contra el alcohol, cansa AA, sino con la política, la moralidad, la salud, la política, las drogas… Ojo, no ando en desacuerdo con sus tendencias, pero la novela no necesita decantarse, aunque él sí quiera panfletizar el argumento.
• No hay oscuridad. Pese a los cruentos asesinatos, a la caza de la portavoz anti aborto, y a la rivalidad entre cuerpos oficiales. No hay oscuridad, pese a que la acción en determinadas escenas lo pretenda.
• Exceso de personajes, igual que exceso de subtramas, con abuso, porque quiere a sus favoritos en primera plana.
• Es predecible desde su mismo inicio en argumento, confluencia y previsión, lo que resulta en una falta de tensión, emoción o intriga. Triste. El clímax lo intenta, pero incluso la sucesión acelerada se hace lenta, pese a la sangre gratuita.
• Se lee suave, el estilo King hace que , sin saber cómo y pese a sus muchos defectos, enganche y sea una lectura agradable, que no necesaria; volver con un viejo amigo 
• Me falta su agradecimiento al lector constante en las dedicatorias, ni eso nos regala, casi con apatía.

             Lo que los escritores/as escriben y lo que su público quiere (o lo que yo quiero que escriban). Es un debate interesante sobre el que no os aburriré, pero del que ya conoces mi opinión. Es sano explorar, experimentar, desempolvar géneros y estilos manteniendo tu idiosincrasia. Esto es otra cosa y, aunque se siente familiar, no satisfará a los adláteres de Stephen King, que muestra una última trayectoria irregular, pese a grandes aciertos. Opinión, claro, como lector de toda su bibliografía.

             Con todo, espero con ganas, pero sin ansia, su próxima novedad. Asumo que distinta, espero que semejante a sus hermanas más antiguas y con componentes y personajes que nos sorprendan de nuevo. Hasta entonces, No Tengas Miedo es todo tuyo: decide y comenta.

             Pd: de verdad que me ha decepcionado, y no tanto aburrido.

Una reseña de Román Sanz Mouta

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