Este libro es una colección de relatos que, a pesar de la objetividad con la que están narrados, descubren la vida problemática de su autora. La mayoría de estos relatos son de carácter realista, son retratos de una sociedad que no es precisamente bella, lo bello es vivir en esa realidad de manera auténtica. Esto nos lleva a pensar en el realismo sucio de Bukowski o de Raymond Carver, pero el de Lucia Berlin tiene un enfoque literario que lo hace menos sucio, igual de preciso y sobrio pero con cierto humor intercalado en su frase corta.
Las situaciones no son extraordinarias, son sucesos vulgares que reflejan tragedias cotidianas que no se resuelven al final del relato, igual que ocurre en la vida. Pero Lucia Berlin brilla en las situaciones más sombrías.
En Manual para mujeres de la limpieza no hay adornos, no encontramos superficialidades. Es el atractivo de una prosa que expone la vida tal cual, son situaciones extraordinarias que se perciben de manera normal; las peripecias peculiares se presentan como cotidianas y la realidad se observa a través de singularidades.