¿Qué heredaremos de aquellos que ya no están? ¿Es tan importante una herencia para solucionarnos esta vida que la intuimos pender de un hilo? ¡Por las diosas! Tenía claro qué iba a comentar de esta novela y empiezo con preguntas retóricas y una exclamación que, encima, no es mía sino de una de las protagonistas de Las herederas. Me ha encantado. Como el argumento. Como la trama. Como el estilo. Acabo de descubrir a otra gran escritora. Aixa de la Cruz es increíble ¿Cómo puede escribir con esa madurez, y tan bien, alguien tan joven? No quiero desvelar nada importante de la novela, así que me limitaré a decir lo que avisa la contraportada e intentaré comentar, en general los temas que aparecen.
La novela de Aixa de la Cruz se sustenta sobre un eje: la mujer. Las herederas es la historia de cuatro mujeres de una familia cuyas identidades, tan diferentes originalmente, se reconstruyen en un espacio concreto: en casa de la abuela muerta y a través de un tiempo atávico: la repetición de acciones heredadas de doña Carmen. Las cuatro olvidan sus quehaceres tan dispares y se van acercando hasta descubrir que todas han sido consecuentes con sus actos, aunque de sus comportamientos se pudiera deducir lo contrario.
En la novela somos conscientes de que las características atribuidas al hombre son diferentes a las de la mujer y claramente favorables al sexo masculino, que le aportan autoridad, fuerza razón y libertad, mientras que lo femenino se traduce en sumisión, debilidad, locura y ocultamiento.
Hemos avanzado en materia de igualdad, pero el sistema patriarcal sigue ahí. Aixa de la Cruz aboga por un mundo donde se equilibren estos valores, un mundo en el que sea posible cambiar la realidad.