Helena tiene el pómulo morado y una herida navegando sobre su ceja; ha despertado a Dieguito en mitad de la noche y le ha dicho que se vista rápido, que han venido los duendes, le han pintado la cara, y le han encomendado una misión en el templo; pero tienen que irse ya y sin hacer ruido, para no alertar al dragón. Han ido todo el camino agarrados de la mano, sorprendiéndose ante los cambios que sufre la ciudad en la noche: el parque se convierte en bosque prohibido y los callejones son puertas sin retorno que es mejor no atravesar. Finalmente, han llegado al templo, que se parecía mucho a la comisaría, y Helena le ha pedido a Dieguito que espere mientras ella les cuenta su misión; él se ha quedado mirándola marchar con cariño, enternecido porque su madre aún crea en la magia, a pesar de todo.
Microrrelato nominable al III Premio Yunque Literario
Jorge Ramos (Palencia, 1985) es un Técnico Superior en Salud Ambiental que decidió cambiar los experimentos de laboratorio por los de tinta, y actualmente ejerce como profesor de Escritura Creativa en distintos ámbitos, todos muy mal pagados.
Entre sus logros se encuentra, principalmente, el de comer casi a diario; además, resultó ganador del “Certamen de Arte Joven de Castilla y León 2016” con su novela corta “Saabrax” y, desde entonces, ha sido seleccionado como ganador o finalista en varios concursos de relato corto y, accidentalmente, en uno de poesía. Tras los habituales rechazos editoriales, en el año 2020 decidió autopublicar y desde entonces han visto la luz tres libros completamente distintos: “Las tres vidas de Nadie”, un libro que reúne tres novelas cortas; “Un dragón en la tormenta”, una novela que habla sobre el competitivo amateur de un videojuego, porque el autor es un friki; y “Una ilusión renovada”, novela de fantasía que constituye el proyecto más ambicioso del escritor y cuya segunda edición verá la luz en unos meses.
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Lo que no invente una madre para proteger a un hijo, nunca será inventado.