Elvira Lindo ha ido evolucionando en su narrativa de forma espectacular pero sigue conservando personajes inocentes, buenos, que piden a gritos que la vida les vaya bien o mejor o un poco menos peor. Aún estoy impactada con su última novela porque, aunque ya el título sugiere y el comienzo avisa de que la vida no es un camino de rosas, «la vida no te da armas para defenderte cuando eres niña, te las da cuando ya es demasiado tarde», En la boca del lobo espolea al lector hasta sacarlo del sillón confortable en el que está inmerso en la historia y lo obliga a reflexionar, a ver las cosas desde el punto de vista del niño, a plantearse una vez más si los seres humanos lo somos, si las mujeres venimos al mundo con el instinto maternal impuesto, si somos capaces de infligir daños irreparables y seguir viviendo.
No cabe duda de que Elvira Lindo se ha consagrado como una de las mejores escritoras actuales. En la boca del lobo es una novela dolorosa pero esperanzada. Es lo bueno que tiene la gente buena, siempre ve un rayo de luz por el que caminar en la oscuridad.
En esta novela encontramos presentes existencialistas fruto de pasados resentidos que, a pesar de todo, luchan para encontrar un futuro que borre el eterno día a día doloroso. Un futuro que viene de la mano de una mujer libre capaz de ser y hacer feliz.