
Nos hacía felices. Recorría las cloacas cada día y encontraba tesoros insólitos que compartía con nosotros. A la salida del colegio, corríamos en su busca y no parábamos hasta toparnos con su carita pálida y delgada emergiendo de cualquier agujero negro y maloliente. Su sonrisa, en la que reinaba una hilera de dientes más grandes que sus ojos diminutos, era capaz de aligerarnos el corazón y dar alas a nuestros pies, impacientes por alcanzar una nueva joya que admirar.
Algunos decían que, nada más nacer, durante una noche de tormenta, a su madre, una gitana de la feria ambulante, se le había escurrido fuera del carromato. El arroyo se lo llevó y no pudo recuperarlo. Fue criado por las ratas en los desagües y de ellas aprendió a sobrevivir escondido en las montañas de basura subterránea.
Otros, en cambio, lo describían como un chico rico que había huido de una madrastra perversa, deseosa de verlo muerto para apoderarse de su herencia fabulosa.
A nosotros no nos importaba mucho su origen. Envidiábamos su libertad, su afán aventurero, el misterio que envolvía su mirada aguda y risueña bajo los harapos. Pero era un niño pequeño y, a nuestra manera, lo cuidábamos ocultando a los adultos el secreto de su existencia. Cada tarde compartíamos con él la merienda y, a cambio, nos sorprendía con el botín recolectado durante sus correrías por las cloacas de la ciudad. Juguetes medio rotos, páginas de tebeos que él no sabía leer, canicas, monedas, algún zapato, ranas y salamandras, e incluso, una vez, un ojo de cristal y un revólver sin balas.
Un día, justo después de que el río se desbordara, no apareció. Lo buscamos llamándolo sin éxito por cada una de las alcantarillas del barrio.
Se había ido, como nuestra infancia.
Relato nominable al IV Premio Yunque Literario

Camino entre las sombras que escapan del doble fondo de la noche, arrebatando al guardián del ocaso palabras que profetizan vértigos e incertidumbre. Con ellas compongo relatos que, tras escapar a través de las grietas de mi escasa cordura, han acabado publicados en antologías como *Tales of Deception* (Ficción 140, 2015), *La última noche, la primera palabra* (Torremozas, 2015), *Cuerpos rotos* (Bitácora de Vuelos, 2017), *Melodías infernales* (Saco de Huesos, 2019), *Visiones 2019* (AEFCFT, 2020), *Reclusión* (Pulpture, 2020), *El despertar de las momias* (Saco de Huesos, 2021), *Pánico, antología de terror* (La Imprenta, 2021), *Historias Phantásticas* (Transbordador, 2023). También ha publicado cuentos en revistas de género fantástico, como Windumanoth, Penumbria, Círculo de Lovecraft, Pulporama y Cósmica Calavera.
Podéis encontrar a esta sensacional autora en Twitter como: @PatriciaRichm_