Acabo de leer la novela de una autora novel, creo; al menos, yo no la conocía, pero me ha sorprendido gratamente, porque me ha recordado a determinadas series que aún veo en televisión. Si alguien lee esto y ve Crimen en el paraíso, sabe lo que digo, y si le gusta, le va a gustar El asesinato de Julio Roster. Es una novela de misterio al más puro estilo de Agatha Christie, en la que la autora se propone interactuar con el lector desde el primer momento. Por eso, comienza su andadura narrativa señalando el elenco que va a aparecer, veintidós personajes van intercambiando opiniones y acciones para embrollar al lector y llevarlo de una pista a otra hasta que Clarisa Vau decide que es el momento del desenlace.
En el capítulo I conocemos a un banquero jubilado y viudo, Héctor Paz, cuyo cuñado, Julio, hermano de su difunta esposa, lo invita para pasar un par de días y asistir a la celebración de su cumpleaños, motivo por el que toda la familia estará presente. La velada transcurre bien, pero de madrugada los gritos de la mujer del homenajeado alertan a todos de su muerte. Rápidamente, Héctor llama a la policía y al médico e inmediatamente se persona Abelardo Montgomery, inspector a quien Héctor ayudó a resolver otro asesinato.
El narrador de la historia es el propio Héctor, que, en un momento de la trama se aleja para confesarse como autor de la novela «Una vez en mi habitación, fría y ligeramente mohosa, me senté frente al escritorio y comencé a escribir, en el bloc que siempre llevaba conmigo, la primera crónica de esta historia».
Con este recurso, Clarisa Vau moldea una historia verosímil y al mismo tiempo, llena de intrigas. La capacidad de análisis de la autora es la que proporciona el suspense a la novela y logra un argumento convincente.