En esta novela hay varias muertes pero no son consideradas asesinatos. Hay varios atentados pero sin muertos que lamentar. Todo queda excesivamente edulcorado.
Puede que en El ángel de la ciudad invisible haya un excesivo interés por no salirse de los límites de lo políticamente correcto y, por el contrario se dé una ausencia de compromiso con los problemas de la mujer y de los más débiles, que quedan ocultos en los planteamientos de la historia.