
Autor: José Luis Pascual
Editorial: Pez de Plata
Género: relatos perturbadores
Extensión: 141 páginas
¿Qué es la realidad? ¿Nos engañamos confiando en el frágil constructo que genera nuestra mente a partir de lo que captan los sentidos? ¿Qué ocurre cuando el cerebro falla, cuando su funcionamiento se desvía, aunque sea ligeramente, de lo que consideramos normal? Os lo diré: nuestras percepciones cambian, lo que era familiar se vuelve ajeno, la memoria se torna inestable y el juicio pierde firmeza.
La locura puede desatarse así, con un pequeño desajuste entre el mundo y su reflejo interno, provocando una fisura imperceptible o un absoluto colapso. ¿Y si el cuerpo actúa, pero la conciencia no lo sigue? ¿Y si los recuerdos han sido moldeados o impuestos por una lógica alterada? Aunque nos neguemos a reconocerlo, no hay línea clara que separe la cordura y la locura. Estar al otro lado de esa frontera que hemos inventado no siempre es consecuencia de un error de funcionamiento. En ocasiones, cuando algo nos hiere más de lo tolerable, nuestro cerebro opta por distorsionar, reordenar y encubrir aquello que no podemos soportar, actuando en consonancia.
Quizás todos hayamos experimentado la locura en algún momento de nuestras vidas. Quizás la realidad no sea una verdad absoluta. No me discutáis, no rebatáis mis argumentos; necesito creer en esto desde que fui arrastrado a los recovecos más oscuros de la mente humana, tuve que enfrentarme a realidades fragmentadas y me vi cometiendo actos atroces a través de los cuentos de José Luis Pascual.
Con pájaros muertos dibujo coronas es una obra impactante y perturbadora que experimenta con lo insólito y nos recuerda lo poderosa y diversa que es la literatura. Las doce más una historias que contiene nos hacen abandonar la confortable «normalidad», proponiéndonos un viaje a través de lo inconcebible y lo siniestro, y nos obligándonos a asumir que cualquier cosa es posible. Todas son distintas, todas se sustentan en potentes e inesperadas imágenes, y todas demandan nuestra absoluta atención. ¿Cómo consigue atraparnos? Con una prosa pulcra, precisa, inmisericorde, y sin edulcorantes. La literatura de José Luis Pascual es un acto de resistencia: se planta frente al canon, lo interroga y lo desmantela, negándose a repetir fórmulas desgastadas y a parir historias tibias.
Las piezas que componen este rompecabezas de identidades resquebrajadas son:
Ponte en mi piel.
Un vigilante. Un pasillo oscuro. Rumores. Frases separadas por comas que conducen a la locura. Puntos que tratan, sin éxito, de poner orden y acabar con el vértigo que produce la cercanía de lo terrible.
La voz de un lamento.
Una antigua estrella de cine. Recuerdos, pesadillas… ¿Qué es real?
La Santa.
Uno de mis favoritos.
La locura puede avanzar a lomos de la obsesión.
Algunas escaleras mecánicas descienden hasta el infierno.
Pesto.
Una tregua en cuanto a intensidad, pero no en originalidad.
Un personaje retratado a partir de continuas pinceladas, con algo de humor.
Moraleja: huid del dentista.
Piernas de mariposa.
Una prostituta tratada como un objeto.
Una prostituta capaz de ver a Dios.
Maravilloso.
Gorriones.
Un hospital psiquiátrico. La locura en primera persona. El infierno.
Hipnótico y pavoroso.
Reencuentro.
Una enfermedad. Historias de amor que quedaron atrás. ¿Liberación o condena? ¿Milagro o maldición…?
Corre.
Madre muerta. Hogar deshecho. Dos gemelos rotos, perdidos. La génesis de algo terrible.
Buster no soñaba cuando quiso parar el tren.
El blanco y negro frente al color. Un vagón de metro. Un coche. Surrealista, casi onírico. Extraído del subconsciente de David Lynch.
Caníbal.
Experimental. Metafórico. Complejo. Muy potente en lo visual. Provocador.
Inseparables.
Vidas parasitadas. Un andén de metro. Una metáfora o, tal vez, una invasión silenciosa.
Ratas.
Otra joya. Recuerdos distorsionados. Delirio. Un indigente mostrando, como Virgilio, el infierno a quien acaba de llegar.
Yo no soy escritor.
Cambio de registro: el autor protagoniza su propia metaficción. Parece sincero (en parte lo es). Kafkiano. Arranca sonrisas.
Estos cuentos no se leen, se experimentan. Son grietas que conectan lo humano y lo monstruoso, lo que creemos ser y aquello en lo que podríamos convertirnos. ¿Quieres sentirte a salvo? Entonces, no leas este libro: José Luis Pascual te desafiará a cuestionar la realidad misma.
Una reseña de David M. Hefesto

¿Te ha gustado esta reseña? ¿Quieres descubrir más libros como este? ¡Hazte mecenas de El yunque de Hefesto! Hemos pensado en una serie de recompensas que esperamos que te gusten.
También puedes ayudarnos puntualmente a través de Ko-fi o siguiendo, comentando y compartiendo nuestras publicaciones en redes sociales.
Qué maravilla, David.
Leer a J. L. Pascual es toda una experiencia.