En este librito, formado por tres relatos, vemos la esencia de Rosa Montero. No debemos olvidar lo que hemos sido pues marcará lo que somos ahora y las circunstancias en las que nos encontramos. Pero la memoria acude a retazos, por lo que nuestra identidad, producto de esos recuerdos, puede estar afectada por ellos. Y el presente siempre se dirige a la muerte, que curiosamente aparecerá de forma reiterada en nuestra imaginación. Es decir, memoria, identidad, imaginación y muerte están conectadas.
Al leer Coincidencias reflexionamos sobre cómo el amor puede transformarse en dolor.
Son mujeres que sufren porque no se aman a sí mismas y, para darse cuenta de esto y ponerle solución, solo deben prestar más atención a sus sueños o deseos. La mayoría de veces al vernos en un sueño dejamos que nuestro inconsciente nos muestre nuestra personalidad o los rasgos que quisiéramos tener. Una vez despiertos, nuestra consciencia es la que nos guía para alertarnos de si se trata de experiencias pasadas o posibles o son meras advertencias. Para distinguir lo correcto abandonaremos un pensamiento lineal. Hemos de estar preparados para visualizarnos capaces. Solo así podremos convivir, al menos, con nosotros mismos.