Nuevamente quiero agradecer a Babelio y a su Masa Crítica, el inmenso regalo que supone recibir un libro. En este caso, al ser una edición infantil y juvenil, el reconocimiento viene acompañado de una enorme emoción: dentro de poco podré contar este cuento. Besos, besitos, besotes me atrajo, indudablemente, por el título; creo que, por muchos que demos o nos den, siempre son pocos.
El cuento consta de un texto en verso, ilustraciones y música. Tres apartados que no se pueden separar, aunque Laura Vila sea la responsable de la letra, música e interpretación y Violeta Cano la encargada de ilustrarlo. Ambas, Laura y Violeta, han demostrado una compenetración fantástica. La editorial Pijama Books debe sentirse afortunada por contar con ellas.
Los dibujos nos introducen en lo más íntimo del ser humano, ese espacio entrañable que nos parece exclusivo. La ilustradora, no cabe duda, cuenta con una sensibilidad especial pues ha captado, con sencillos trazos, la finalidad de la historia que cuenta la escritora: Acentuar la importancia del contacto físico desde el momento en que nacemos. Los niños crecerán más seguros, con menos miedos, más felices, menos caprichosos.
Un beso dura un instante. Un abrazo, puede que dos. Un achuchón, a lo mejor, tres instantes. La sensación de plenitud en los niños y en los padres es para siempre.