En 2018 vio la luz la primera novela de Cristina Cassar Scalia y desde el primer momento se la ha considerado la sucesora de Camilleri. Es cierto que, como su predecesor, empezó a publicar tardíamente, es cierto que su protagonista, policía italiana como Montalbano, se está viendo inmersa en una saga que ha impulsado la creación de una serie televisiva, es cierto que la novela rezuma amor por Italia, a pesar de denunciar el tráfico imposible y las acciones de la mafia, es cierto que, a los 39 años, la subcomisaria Giovanna Garrasi continúa soltera, pero Vanina no es Salvo y Cassar no es Camilleri.
El énfasis de Arena negra no está en el crimen sino en el misterio de cómo pudo ocurrir y cómo el asesino eludió su culpabilidad.