A veces nos preguntamos si lo que ocurre a nuestro alrededor es real, de tan asombroso que nos parece. A veces pensamos que nuestra vida es rutinaria y anhelamos la que experimentan otros. A veces no somos conscientes de que la misma realidad puede ser vivida de muchas maneras. Otras veces, siempre, podemos transformar esa realidad con la imaginación y escribir un relato, una novela interesante o divertida o inteligente o delirante.
Esto es lo que consigue Juan Pablo Villalobos con Peluquería y letras, contar un día de su vida mientras reflexiona sobre el proceso de la escritura, sobre los miedos que nos invaden, sobre cómo nos comportamos ante imprevistos, sobre las posibilidades de las redes sociales o sobre la importancia que concedemos a asuntos tan banales que, como los grupos de whatsapp escolares, son capaces de afectar a nuestras obligaciones.
El mundo que nos rodea puede ser totalmente aburrido o convertirse en un loco disparate. El autor, además de hacernos reflexionar sobre las cuestiones significativas mencionadas antes, consigue que el lector pase un rato divertido con una novela de 100 páginas, perfectamente estructurada dentro del caos que supone su vida.
En cien páginas, Villalobos ha escrito una novela corta y una obra mayor. Una obra en la que no hay necesidad de profundizar en las apreciaciones para que sean evidentes, una obra que nos transporta al conflicto sin que esté. Una obra en la que, ante todo, lo más importante es la familia como principal condicionante de la felicidad.