Al pasar la barca me dijo el barquero las niñas bonitas no pagan dinero. ¿Soy yo bonita? ¿Yo lo quiero ser? Al pasar la barca, me volvió a decir esta niña lista me ha gustado a mí. Al coger el remo me dijo el remero, las niñas bonitas no tienen miedo. ¿Soy yo bonita? ¿Yo lo quiero ser? Al adentrarse en mí, dijo el marinero las niñas bonitas abren su agujero. ¿Soy yo bonita? No lo quiero ser. Al llegar al fondo, me dijo el barquero las niñas bonitas pagan con esmero. ¿Era yo bonita? ¿Lo quería ser? La vida transfiero. Ya no hay candidez.
Poema nominable al I Premio Yunque literario
Elena Romea es profesora de idiomas y lingüística en la universidad. Publicó A quien pueda interesar con 2 Cabezas y además ha participado en varias antologías de esa misma editorial y en la compilación Transfórmate o muere, iniciativa de Dentro del monolito y Territorio extrañer. Es responsable de la web Spanishfear.com y de El Podcast surge de la tumba
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